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Автор Мигель Делибес

Miguel Delibes

La sombra del ciprés es alargada

Miguel Delibes (Valladolid, 1920) ocupa un lugar sobresaliente entre los escritores españoles del siglo XX. Además de periodista y articulista, es sobre todo un narrador con una obra publicada amplísima, reconocida con los principales premios literarios del ámbito de la lengua castellana. Títulos como El camino, Las ratas, Diario de un cazador, Parábola del náufrago, Cinco horas con Mario o Los santos

inocentes (ya publicada en la colección Millenium I) se han convertido ya en clásicos de la literatura española. La precisión de su prosa y el amplio abanico de los temas de su escritura -Castilla y sus gentes, la caza y la pesca, el mundo de la infancia y la visión de la muerte, la atención a los seres desvalidos- lo convierten en uno de los maestros indiscutibles de la lengua castellana.

Con La sombra del ciprés es alargada, su primera novela, se dio a conocer Delibes al conseguir el Premio Nadal de 1947. Pedro, el protagonista y narrador de esta historia, es huérfano y queda confiado por un tío suyo al señor Lesmes, que regenta una academia de segunda enseñanza en su propio piso. Allí se alojará como pupilo el niño, rodeado de un mundo «de reglas fijas, inconmovibles, y de mezquinos horizontes». La educación que recibe le impulsa a desconfiar de los demás, del engaño de los sentimientos y de cualquier compromiso. Con el despertar del uso de razón surgirá un extraño temor a la muerte personificada en ta sombra del ciprés,

un árbol que parece un espectro, y sus frutos «calaveritas pequeñas». Cuando, completada su educación, se haga marino y comience a recorrer el mundo, persistirá ese pesimismo radical que parece confirmarse por una absurda guerra. Está ya «maduro para el dolor» y dispuesto a afrontar su mayor reto: sucumbir a los lazos del corazón o afirmar su alma retorcida.

Narrada con sencillez y emoción, esta novela anuncia ya los temas fundamentales de la obra de Delibes: la recuperación de la infancia, la temprana presencia de la muerte, el pesimismo como tentación contra la fe y la vida, la indagación en el sentido del dolor, el papel crucial del amor en las relaciones interpersonales.

Prólogo

Sanz Villanueva

Con La sombra del ciprés es alargada Miguel Delibes se dio a conocer como narrador en 1948. Hasta esa fecha en que obtuvo el Premio Nadal era un desconocido en el mundo literario, pero no del todo ajeno a la vida cultural. Compatibilizaba su labor de profesor de Derecho mercantil con el trabajo de redactor de El norte de Castilla de Valladolid. Sus primeras colaboraciones en prensa hoy nos parecen un poca excéntricas, pues en el periódico del que lustros más tarde fine director comenzó haciendo dibujos y caricaturas que firmaba como MAX. Pero también hizo, rubricada con sus iniciales, MDS, abundante crítica de cine. Así que estaba muy cercano a la más copiosa fuente moderna de la narración.

Aunque por entonces no leía novelas -según ha confesado-, su «fascinación» por el cine establece el puente natural que desemboca en una firme determinación de ser escritor, más en concreto, de convertirse en novelista. No cabe imaginar otra cosa si se observa el ritmo continuado con que van apareciendo sus próximos títulos: Aún es de día (1949), El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), el doble Diario del bedel Lorenzo (1955 y 1958) o, en fin, La hoja roja (1959), por detenernos al filo de los sesenta.