Leo Perutz
El Marques De Bolibar
Título original: Der Marques de Bolibar
Traducción de Elvira Mantilla y Annie Reney
Prólogo
Poco tiempo antes del estallido de la guerra franco-prusiana moría en Dillenburg, una pequeña ciudad del antiguo ducado de Nassau, el terrateniente Eduard von Jochberg. Era un anciano señor lleno de manías y de una parquedad de palabras rayana en lo patológico. La mayor parte del año la pasaba en sus tierras. Sólo en los últimos años de su vida los crecientes achaques de la edad lo habían forzado a trasladar su residencia habitual a la ciudad.
Ninguna de las pocas personas con las que Herr von Jochberg tenía trato íntimo -pues a quienes más frecuentaba era a sus perros de caza y a sus caballos- tenía conocimiento de que Herr von Jochberg era un antiguo militar que en su juventud había intervenido en algunas de las campañas de Napoleón I. Nadie le había oído jamás hablar de experiencias de aquella etapa de su vida, ni siquiera hacer referencia a ellas. Tanto más sorprendidos se vieron, pues, cuantos le habían conocido, cuando entre sus pertenencias se halló, cuidadosamente ordenado, atado y sellado, un legajo de escritos que tras una primera observación se revelaron como las memorias del teniente Jochberg durante la campaña española de Napoleón I.
Grande fue la sensación que ese inesperado hallazgo causó en toda la provincia de Nassau y en el colindante gran ducado de Hessen. Los periódicos locales publicaron informaciones sobre el caso y extractos a toda plana de las memorias de Herr von Jochberg; prestigiosos eruditos examinaron el documento; y los herederos del difunto -su sobrino Wilhelm von Jochberg, profesor auxiliar en Bonn, y Fräulein von Hartung, una dama de cierta edad que vivía en Aquisgrán- se vieron desbordados por las ofertas de los editores; en una palabra, las memorias de Herr von Jochberg se convirtieron en el tema del día, y ni siquiera la guerra que estallaría poco después consiguió relegarlas por completo a un segundo plano en el interés popular.
Y todo ello porque aquellas memorias versaban sobre un capítulo oscuro y hasta entonces nunca esclarecido de la historia bélica nacional: la aniquilación de los dos regimientos locales Nassau y Príncipe de Hessen por las guerrillas españolas.
La bibliografía general sobre el tema nos suministra pocos datos acerca de ese episodio de la campaña española.
August Scherbruch, capitán del gran ducado de Hessen y renombrado historiador de las guerras napoleónicas, no dedica a la llamada «Tragedia de La Bisbal» más que dos líneas y media de su obra en seis tomos